sábado, 14 de marzo de 2015

Aprendiendo a Volar

 "Este será el lugar donde puedo ser, aquí me voy a esconder de los juicios y voy a ver el cielo toda la noche. El cielo está en blanco; para imaginar y rayar desde cero, hacer lo que me dé la gana, crear mis sueños a escondidas. Al día siguiente solo volver a la U, revisar en taller y enseñar lo que he concebido a los demás."

Espacio Personal, II semestre, 2014.
Cualquier error cuenta, y para esta última palmada ya había tenido suficientes. Los suficientes para haber aprendido ya a lidiar con los síntomas depresivos de las frustraciones tallerinas.

En mis días de cole, no dar la talla, arruinarlo y la "condición de alerta" en ematricula no eran cosa de todos los días; por eso, en mis primeras palmadas, al amanecer, ya nada tenía sentido. Nada salía bien, y la presión y el miedo desconciertan.

Javier a veces habla de un "vacío". Quizá sea cierto, necesitamos estar puestos a prueba por el error para concebir por primera vez una necesidad real del conocimiento. La necesidad de construir nuestro propio método, aferrarnos a una vocación, y empezar a aprender; aprender a volar. 

Volar es dar lo mejor de sí mismo y la sensación de quedar enamorado en el intento.


 

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